Manifiesto de la Vocal de Mediación, Eva Cabra Vázquez
Johan Galtung definió el conflicto como “algo consustancial a la vida y aunque en sí mismo es destructor, tambié es una excelente oportunidad para crear algo”.
Como consecuencia de complejos fenómenos sociales, políticos, económicos, históricos y tecnológicos, las sociedades actuales se caracterizan por la gran diversidad de los miembros que las componen y que conviven -en armonía o enfrentados- en ellas. Las diferencias pueden ser de raza, de religión, de lengua, de cultura, de valores, de ideas, de tendencias sexuales, de costumbres, de aptitudes físicas e intelectuales, de nivel económico, de intereses u objetivos o de otras muchas que las personas pueden llegar a tener.
Si bien es cierto que en las dos últimas décadas el reconocimiento y el respeto de las diferencias se han incrementado notablemente, concediendo voz y creando espacios que permitan que todas las voces sean escuchadas y cuenten con igualdad de oportunidades para utilizarlas, también resulta inevitable el aumento de conflictos, disensiones y enfrentamientos entre los individuos, grupos o sociedades que perciben sus diferencias como irreconciliables o antagónicas.
El conflicto es propio de la condición humana. Es importante afrontarlo e intentar resolverlo en el momento en que se produce y no esperar a que se resuelva por sí mismo o que el tiempo se encargue de resolverslo. Si se prolonga en el tiempo, el conflicto seguirá aumentando como una bola de nieve y empezará a afectar no sólo a las personas implicadas en el primer momento, sino que contagiará a las relaciones de otros miembros de la comunidad (educativa, familiar, social, etc.).
Lo que es negativo no es el conflicto en sí mismo, si no el no querer, no saber o no poder solucionarlo. Tan malo es negar la posibilidad de un conflicto como el no tomar partido o mostrarnos pasivos ante él.
Por ello, ante la diversidad de los conflictos el proceso de mediación adopta una perspectiva psicosocial, donde se considera el contexto y los procesos psicosociales en los que se produce y es complementaria a las perspectivas jurídica, económica, política o sociológica, también necesarios para su completa comprensión.
La mediación puede ser llevada a muy diferentes ámbitos de aplicación. De ahí su versatilidad como herramienta de gestión de conflictos: mediación derivada desde un tribunal de justicia, mediación empresarial o de negocios, mediación laboral, mediación familiar, mediación vecinal o comunitaria, mediación víctima-ofensor (en materia penal), mediación educativa, mediación en ámbitos sanitarios, mediación en situaciones de acoso o mobbing (sin que sea material penal), mediación urbana o ciudadana relacionada con asuntos públicos.
Eva Cabra Vázquez
Vocal de Mediación